La Cenicienta (otra)



H
abía una vez una joven muy bella y malvada, no tenía padres, pero sí, la madrastra más buena, una viuda con dos hijas una más bella que la otra. Era ella quien mandaba a su madrastra y a sus hijas a hacer los trabajos más duros de la casa, a lavar los autos, motos, ordenar los CD que Cenicienta escuchaba en su nuevo equipo de música, entre otras cosas.
  Un día el rey de aquel país mandó un mensaje a todos sus contactos anunciando la gran fiesta en su mansión. Cenicienta encantó a su madrastra y a las hijas de ésta para que llegaran tarde a la fiesta y ella poder enamorar al príncipe. Así llegó el día del baile y Cenicienta preparaba su vestido y zapatos. Preparó su auto y partió hacia la mansión del rey.
  Cuando llegó a la mansión se encontró con el príncipe a quien sorprendió con su belleza, y la invitó a bailar. Mientras bailaba llegaron la madrastra y sus hijas, pues el encantamiento había terminado, pero a ella no le importó pues ya había enamorado al príncipe.
  A las 24:00 hs sonó su celular, debía retirarse porque después de esa hora todos se darían cuenta de que todo lo que tenía de bella lo tenía de malvada. Al retirarse la madrastra le dijo al príncipe que Cenicienta era muy mala y que si le podía hacer el favor de convertir a Cenicienta en una buena persona.
  Al día siguiente el príncipe fue a hablar con Cenicienta y tratar de que se convirtiera en una persona buena, Cenicienta fue convencida por el príncipe y se convirtió en una persona, bella, buena, solidaria y así vivieron felices por siempre los cinco. 

                                                                       F I N
Por: Rocío Farías

No hay comentarios:

Publicar un comentario

GRACIAS POR PASAR Y DEJAR TU HUELLA!!

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.