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rase una vez un matrimonio que vivía en un pueblo muy pequeño con su hijo Aladín. En el pueblo había un vecino bastante raro que le ofreció a Aladín una moto espectacular a cambio de un “favor”.
El muchacho acepó, sin saber cuál era ese favor, porque le encantaban las motos.
El muchacho acepó, sin saber cuál era ese favor, porque le encantaban las motos.
-¿Qué tengo que hacer, vecino?-dijo Aladín.
-¡Sígueme por favor!-dijo haciéndose el amable. El vecino y Aladín se alejaron del pueblo en dirección a las montañas.
Mientras caminaban el vecino trato de sacar una conversación, pero como Aladín solo le importaba la moto para presumirla por todo el pueblo, e incluso impresionar a una linda muchacha.
En lo mejor de sus pensamientos una voz muy alta dijo ¡Llegamos! Ahora sube a la montaña y luego trepa hasta la cima. Aladín miraba sorprendido y algo asustado pero sin poder quejarse; el vecino continuó hablando.
-Al llegar a la punta encontrarás una cajita y adentro de ella un “chip”, tráelo y cerramos el trato.
Aladín sin otra opción hizo lo pedido pero cuando llegó a la punta de la montaña, el vecino tomó su celular y llamó a la policía ya que lo había escuchado a Aladín hablando con unos malhechores. Mientras escalaba, Aladín piensa que con ese chip podría conseguir TODO, inclusive también a Jazmín, pero justo llegó el comisario que era el papa de Jazmín y pudo arrestarlo por la gran estafa que estaba por cometer.
Aladín quedó sin su moto, sin lo pedido y lo peor sin Jazmín.
Como reconocimiento al vecino, el comisario le presentó a su propia hija, Jazmín, ellos se enamoraron y vivieron felices por siempre...
FIN
POR: YAMILA GRAMAJO
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